Los barberos sangradores y los sangradores flebotomianos
fueron quizá los profesionales más característicos de la práctica empírica de
la medicina en la España Moderna. Su ejercicio estuvo asociado a la vigencia de
una técnica delegada de la medicina, la sangría, que diera lugar a sesudos
enfrentamientos entre partidarios y detractores de sus indicaciones y eficacia
terapéutica.
Los sangradores alcanzaron un cierto reconocimiento social, pero
su práctica siempre estuvo condicionada por su posición ambigua entre los
profesionales titulados (médicos y cirujanos latinos) y otros empíricos sin
formación cuyos métodos traspasaban a menudo los límites de la superstición. En
el Archivo Histórico de la ciudad de Granada, se conservan algunos títulos de
sangradores flebotomianos, expedidos entre 1666 y 1720, cuyo análisis se
realiza en este trabajo con el objeto de ofrecer una visión aproximada del tipo
de profesional que era el sangrador, así como algunas características en
particular del sangrador granadino. Estos documentos se presentaron en el
cabildo de la ciudad por sus titulares al tiempo de solicitar licencia para
ejercer en ella, siendo en total siete los títulos que se conservan íntegros
más otros tres de los que sólo se aportan algunos datos. En uno de los casos se
inserta también el título de cirujano, lo que nos permite esclarecer las
diferencias tanto formativas como funcionales respecto del sangrador.
El
análisis de los documentos se realiza desde la perspectiva del contexto social
donde fueron emanados, contraponiendo las cosideraciones legales del ejercicio
de las distintas disciplinas auxiliares de la medicina (cirujanos, barberos,
sangradores) con el nivel de socialización que alcanzaron, para lo que se
manejan algunas fuentes literarias.
AQUÍ dejo una pagina interesante con más información sobre el barbero sangrador.
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